El último año y los anteriores, básicamente a trabajar, trabajar y trabajar…

Llega un momento en la vida de toda mujer…. 🙂 mmmm, no… lo cierto es que tomé la decisión sin pensármelo dos veces. Es de estas cosas que o directamente las haces o si empiezas a darle vueltas, no lo vas a hacer nunca.

Quería un lugar de habla inglesa, pues básicamente uno de los principales motivos era aprender inglés, aunque también vivir la experiencia de vivir fuera de España; tomarme un año sabático y volver a la carga con fuerza. Honestamente, mis primeras opciones fueron países más cálidos, con playa, por aquello de matar varios pájaros de un tiro y además de aprender inglés, adquirir un bonito bronceado. Sin embargo, finalmente por no estar muy lejos de la familia, por si tuviese que volver (nunca se sabe) me decidí por Reino Unido (a dos horas de vuelo de Madrid); pero no por Londres, sino por un pueblecito en la costa inglesa, turístico, con una playa espectacular: Bournemouth (increíble). No nos vamos a engañar, el sol lo disfrutas lo justo, pero poder ir a pasear por la orilla del mar día sí, día también… ¡no tiene precio! Para todo lo demás… ya sabéis (cuña publicitaria… deformación profesional, sorry!)

Mi nivel de gramática no era malo, por lo que para escribir y leer no tenía mucho problema. Sin embargo, hablar me costaba la vida y listening CERO! Diría que prácticamente los 2/3 primeros meses estuve haciendo oído. Aviso a navegantes: cuando eres adulto, no es fácil aprender otro idioma. Tienes momentos de frustración porque parece que no avanzas; pero paciencia ¡no hay que tirar la toalla!

Vine con alojamiento reservado. Bournemouth es un sitio con muchísimas escuelas de inglés y son ellos mismos los que se encargan de buscarte alojamiento si así lo necesitas. Hay mucha diferencia de precios, así que lo que hice fue hacer una búsqueda detallada de toda la oferta, y aquella que más me convenció, fue la que elegí. Decidí que -por aquello de hacer una inmersión total- una host family sería una buena opción. En mi caso sin duda lo fue, tuve muchísima suerte con la familia que me tocó, aunque es cierto que es más que nada eso, suerte. Para mi fueron realmente una familia, me trataron como una hija más e incluso hoy sigo teniendo contacto con ellos y voy a visitarlos de vez en cuando.

Después de 3 meses, alquilé un piso con otros 2 compañeros de clase, a través de agencia. No fue fácil, después de ver bastantes agujeros, por fin encontramos nuestro sitio: un ático con 3 habitaciones, recién renovado, con muebles, baños en las habitaciones y armarios a lo Carrie Bradshaw! Y muy bien de precio (la mitad de lo que pago ahora en Londres por un piso compartido).

Después de 9 meses, y para darle un empujón final al inglés y sobre todo en mi área profesional, pensé que una buena opción sería buscar unas prácticas, y así es como aterricé en Londres. Aquí, el alojamiento es otra historia, y los precios abusivos. Nuevamente, tuve bastante suerte: a través de un amigo, de amigo, de amigo… encontré un apartamento de 2 habitaciones en zona 1 y con baño propio (tenía muy claro que no quería compartir con 40 personas y que no me quería alejar mucho del centro, porque el precio del transporte también es algo que tienes que considerar ya que es carísimo).

Hice un curso intensivo los 3 primeros meses que estuve en Bournemouth. Mi consejo: no merece la pena. Llega un momento en el que tu cerebro ya no da más. Esto, como decía antes, es cuestión de tiempo, y de estudiar!!! Por lo que un curso part time es más que suficiente. Por las tardes intenta hacer cosas con ingleses. Es muy importante rodearse de nativos. Huye de españoles siempre que puedas; va a ser complicado, casi imposible, pero intenta buscar nativos por todos los medios. Ten en cuenta que es tu aprendizaje, tu tiempo y tu dinero lo que estás perdiendo. Puedes ayudar en una ONG, hacer cursos en inglés, cursos otras cosas que te interesen (concina, informática, encaje de bolillos… en los ayuntamientos encontrarás una oferta muy amplia y con precios populares), trabaja algunas horitas, aunque sea de camarero, etc. Yo lo hice todo, y ¡me ayudó bastante! Aunque a clase hay que ir, y ¡de estudiar no te libra nadie!
Escuchar la radio también es algo que solía hacer con frecuencia para acostumbrar el oído (en BBC4 están siempre hablando), y la televisión con subtítulos tampoco es una mala opción.

Es muy relativo, depende del plan que lleves. Si no tienes ingresos, los ahorros tendrán que ser importantes. Fuera de Londres, en pueblos como en el que yo estuve al principio, cuenta al menos con 1.000€ / mes para cubrir gastos de alojamiento, comida, clases, fiestas ;)…. en Londres esta cifra se puede disparar.

Lo cierto es que no me costó mucho. Entre que me puse a buscar y encontré algo, pasó como mes o mes y medio. Para trabajos menos cualificados, en hostelería… en Londres la verdad es que no lo sé pero en Bournemouth, al ser una ciudad turística, hay muchísimos hoteles y servicios; por lo que en cuestión de 1 semana puedes encontrar algo, si tienes un poco de inglés, o así al menos fue en mi caso.

Lo más importante de todo esto es la experiencia que vives y la gente que vas conociendo en el camino. Tienes que ser una persona abierta de mente, dispuesta a aprender y a compartir, si no lo pasarás mal… Vienes con 20 kilos en tu equipaje, y te das cuenta de que tampoco necesitas mucho más. Tu sistema de valores cambia e incluso tu manera de ver la vida. Al final la calidad de vida, el dinero que ganas o puedes ganar o las oportunidades profesionales, en mi opinión, las puedes encontrar aquí o no, pero no es lo más importante.

Sin duda, el sol… El clima aquí es complicado, pasan días y días y no ves el sol por ningún sitio!!! El que en invierno a las 4 de la tarde ya sea de noche, tampoco es plato de buen gusto.

Los inviernos no son fáciles en Londres, y es normal tener momentos de bajón; pero si ha habido alguna vez he pensado en coger un avión, nunca ha sido con el propósito de volver a España.

Los motivos… tal vez porque cuando empiezas en una ciudad tan grande como es Londres, te queda todo grande, y si intentas luchar contra la ciudad no tienes nada que hacer. Pero si te das un tiempo descubres cómo es realmente la ciudad de Londres y puedes disfrutar de sus cosas buenas y de su gente.

Claro que he tenido momentos de bajón, creo que todos los tenemos y a veces no son necesariamente por un motivo en concreto. La familia y los amigos se echan mucho de menos…

No creo que en el corto plazo.

Que lo hagan, pero como decía, con mente abierta y sabiendo que habrá buenos y malos momentos; pero que al final, merecerá la pena. No obstante y siendo sincera, yo antes que Londres, contemplaría otras opciones más económicas y ¡con menos españoles!

La multiculturalidad, sin ninguna duda.

29 de febrero de 2012