¿A qué huele Londres?

Muchos responderían a esta pregunta diciendo que Londres huele a historia, a prosperidad, a oportunidades… muchos otros dirían que huele a gente, a curry, a humedad… y el resto, posiblemente los más realiistas, acostumbrados a pasear por sus calles y a usar su transporte público, dirían que huele a fritanga, a sudor y a basura.

Esto último, el casi siempre constante olor a basura en sus calles, nos llamó mucho la atención cuando vinimos a vivir a Londres. Acostumbrados en España al que hoy, desde la lejanía, calificaríamos como un excelente sistema de recogida de residuos, nos sorprendió el no encontrar contenedores en las calles, viendo así las bolsas de basura apilarse en las puertas de las casas y de los negocios.
“Bueno, la gente dejará aquí la basura al no haber contenedores, pero pasarán a recogerla esta noche…” -pensamos-. Cierto, siempre y cuando “esta noche” coincida con el día/dos días que cada council de Londres tiene destinado a la recogida de basuras. En nuestro caso, el council de Hammersmith & Fulham tiene prestablecido que para nuestro postcode se recoja la basura orgánica los lunes y los jueves, y la basura no orgánica, lo desechos para reciclar, los lunes.

Mientras que en España cada madrugada se recogía la basura de los contenedores dipuestos para ello, aquí puedes pasarte 4 o 5 días con las bolsas de basura llenas amontonándose en la puerta de tu casa. Y teniendo en cuenta que aquí de una casa de tres plantas se crean 8 o 9 studio-flats… ya podéis imaginaros la cantidad de bolsas malolientes que se apilan esperando a ser recogidas.

Por supuesto, la razón de ello es económica. La partida presupuestária que una ciudad tan grande con tantos millones de habitantes destina a las basuras es enorme, por lo que si este servicio se llevara a cabo todos los días de la semana -como higiénicamnte debería ser- el coste sería desorbitado.